¿Qué es la protección activa y pasiva en el contra incendios?
La lucha contra incendios, tanto en sus facetas de prevención como de protección, se puede llevar a cabo desde dos formas: ACTIVA y PASIVA.
La protección activa en el contra incendios incluye aquellas actuaciones que implican una acción directa, en la utilización de instalaciones y medios para la protección y lucha contra incendios, pudiendo enmarcarse en los grupos siguientes:
- Detección: mediante detectores automáticos (de humos, de llamas o de calor, según la naturaleza del fuego en el local) o manuales, pulasdores de alarma que cualquiera puede activar si detecta un conato de incendio.
- Señalización y alarma: se da aviso a los ocupantes mediante timbres o megafonía y se señalan con letreros en color verde (a veces luminosos) las vías de evacuación. También debe haber un sistema de iluminación mínimo, que permita llegar hasta la salida en caso de fallo de los sistemas de iluminación normales del edificio.
- Extinción: mediante agentes extintores (agua, polvo, espuma, gases, etc.), contenidos extintores o conducidos por tuberías que los llevan hasta unos dispositivos (bocas de incendio, hidrantes, rociadores, boquillas difusoras, etc.) que pueden funcionar manual o automáticamente.
La protección pasiva o estructural incluye aquellos métodos que deben su eficacia a estar permanentemente presentes, pero sin implicar ninguna acción directa sobre el fuego, y que evita la propagación del fuego y, a la vez, el colapso de la estructura del edificio.
Estos sistemas consisten en:
- Ignifugación de estructuras
- Revestimiento de instalaciones
- Sectorización
- Puertas corta-fuego
Las diversas normativas determinan el ancho mínimo de los pasillos, escaleras y puertas de evacuación, las distancias máximas a recorrer hasta llegar a un lugar seguro, así como disposiciones constructivas (apertura de puertas en el sentido de la evacuación, escaleras con pasamanos, etc.).
También se establecen recorridos de evacuación protegidos (pasillos y escaleras), de modo que no solamente tienen paredes, suelo y techo resistentes a la acción del fuego, sino que están decorados con materiales incombustibles. Las disposiciones llegar a determinar que un tramo de escaleras tendrá un mínimo de tres escalones, para evitar caídas.
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